| Bestial ataque de miembro de secta satánica contra religioso italiano que oficiaba misa: Maldito después intentó sucidarse con el mismo cuchillo ¡"Poseído" degolló a sacerdote en Catedral Metropolitana!
Carlos Godoy/Jaime Salas. La CUARTA(CHILE) 25 julio 2004
Ante el horror e incredulidad de cientos de feligreses, un enajenado que dijo estar "poseído por el demonio" apuñaló en el corazón y degolló con un cuchillo carnicero a un sacerdote italiano que ayer en la tarde oficiaba la misa en la Catedral Metropolitana.
Tras cercenar la garganta del religioso italiano Faustino Gazziero D'Estefani, de 69 años, el desquiciado se apuñaló todo el cuerpo e intentó cortarse el cuello, por lo cual fue trasladado a la Posta Central en grave estado.
El maldito fue identificado como Rodrigo Orias Gallardo, de 25 años.
El crimen se produjo minutos antes de las 7 de la tarde, tras el término de la misa, cuando el sacerdote bajaba del púlpito rumbo a la sacristía.
Mientras el padre esperaba que el acólito abriera la puerta, Gallardo -vestido completamente de negro- salió de entre los fieles, corrió hacia él y lo abrazó por la espalda. Enseguida le enterró el puñal en el corazón y luego le propinó un profundo corte en la garganta que le provocó la muerte por desangramiento en el ala izquierda de la Catedral.
El último grito de la víctima se escuchó en todo el templo, ya que aún llevaba puesto un micrófono en el pecho y el eco fue desgarrador.
Según el relato de testigos, tras consumar el crimen, el satánico se arrodilló frente al cuerpo del religioso, untó sus manos en el charco de sangre y se las pasó por la cara, gritando palabras en latín y que sentía odio por los negros.
Cuando los feligreses de las primeras filas se le fueron encima para detenerlo, el endemoniado sujeto se levantó, comenzó a cortarse todo el cuerpo y también se autoinfirió un punzazo en el cuello para suicidarse frente al altar.
Gracias al aviso de un hombre que salió a la calle a pedir ayuda, carabineros redujeron al desquiciado y pidieron una ambulancia.
Los paramédicos que llegaron a reanimarlo lo despojaron de su polera negra, lo cual dejó al descubierto una serie de tatuajes.
Mientras era llevado en camilla a la ambulancia, el chascón le gritó a un policía "¡sálvenme, tengo el demonio en mi alma!". Durante el traslado a la Asistencia Pública balbuceó que era de Coyhaique y que en esa ciudad participaba en una secta diabólica.
Testigos relataron a este diario que tras consumar el crimen, un cómplice del enajenado, también vestido con ropa negra, huyó corriendo por una puerta lateral que da a calle Catedral.
Al sitio del suceso concurrieron detectives de la Brigada de Homicidios (BH) etropolitana, que confirmaron que el cura presentaba un corte en la garganta y una cuchillada en el pecho que le perforó el corazón.
El sangriento hecho congregó al subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil; al subdirector de Investigaciones, José Castro; al jefe de la Zona Metropolitana Oeste de Carabineros, general Héctor Henríquez, y al alcalde de Santiago, Joaquín Lavín.
Tras periciar el lugar donde cayó muerto el sacerdote, la titular del 14° Juzgado del Crimen de la capital, Celia Catalán, ordenó el levantamiento del cadáver, el que fue sacado de la Catedral a las 22.00 horas rumbo al Servicio Médico Legal.
Dolor en la Iglesia
El obispo auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Contreras, pidió a los fieles rezar por la víctima, "porque es una situación muy dolorosa para la Iglesia. Nos tiene consternados ver morir a un hermano con sus vestiduras litúrgicas. En momentos como estos, a los creyentes en Jesucristo sólo nos queda orar".
Una niña de 12 años, de nombre Valentina, estaba en la primera fila y dijo que vio al tipo abalanzarse con el cuchillo en la mano derecha contra el sacerdote. "Pensé que ese hombre le iba a pegar al curita, pero de repente escuché un grito súper fuerte. Corrí con mi mamá y lo vimos tirado de espalda sobre un charco de sangre y el chascón medio arrodillado, lleno de sangre y asándosela por la cara", relató.
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